jueves, 31 de mayo de 2012

¡Levanta la mirada!
Sacudió su bracito; él, frunció su pequeño ceño,una pequeña lagrima le resbalo por la mejilla
mi mano se estiro para apártala, se detuvo en el camino.
Guarde mi mano en el bolsillo de la chaqueta,  apreté el puño.
¡Levanta la mirada!
Él no tenía la culpa. Ningún niño tiene la culpa.
Ella no hacía nada, miraba como pasaba el paisaje impresionista. Ella reía
Él cerraba sus pequeños puños, Él lloraba en silencio.
"Demasiado pequeño para sufrir", pensé
Quise tomarlo. Quise abrazarlo.Me retuve.
Él no tiene la culpa, Los niños jamás tienen la culpa.

"Del sufrimiento han surgido las almas más fuertes. Los carácteres más sólidos están plagados de cicatrices"
Khalil Gibran.

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