domingo, 9 de diciembre de 2012

Cuento de la triste solitaria.


No había nadie en las calles.
La lluvia caía sobre la ciudad.
Torrencial.
Caminaba por la orilla de la playa, descalza. Hace unas horas atrás había salido de casa. El encierro me sofoca. La lluvia caía sobre su pelo, disfrutaba la frescura en su cuerpo, su abrigo estaba pegado a su cuerpo, sus zapatos, en sus manos, no servirían de ninguna protección cuando quisiera regresar a casa.
Levante la vista, frente al mar, era el momento en que el sol esta casi por ser tragado. Se sienta. Los tintes del atardecer se adueñan del cielo, rojos, naranjas y algunos rayos púrpuras, deseé haber traído mi cámara. Me quedo quieta, cierro los ojos y siento cada gota que recorre mi cara, intento descubrir los sonidos por separados de las olas que rompen primero, inhalo profundo por si encuentro algún olor diferente al salado que acosa mi nariz. Logra separar un sonido, no son olas, es mas como un crujido, quizás pasos. Ella voltea.
La playa no está tan solitaria como pensé, como estaría en un día de invierno. Hay alguien, camina en mi dirección, no logro saber si es hombre o mujer, la capucha de su abrigo tapa su rostro, y desde aquí, solo veo una silueta.


Es un él, pero ella no lo sabrá hasta dentro de unos momentos. El se debate si hablarle a esa muchacha extraña. Debe ser extraña si esta en medio de una lluvia torrencial, sin paraguas y sin zapatos.
Él se decide. Ahora, ella lo va a conocer
-¿te puedo acompañar?
La silueta se acerco demasiado, ahora esta parada cerca de mi.
Él esta nervioso. El pregunta
Ella voltea la cara con los ojos entrecerrados. La lluvia no me deja ver muy bien. Ella vuelve a girar su cabeza hacia el horizonte. Asiento con la cabeza, sinceramente espero que se siente a mi lado.
El pasa por detrás de ella. Ella suspira infeliz.
El se sienta al lado de ella. Me dan ganas de reír por lo tonto de la situación, pensé que no se sentaría, aunque hubiese sido absurdo preguntar para no hacerlo. Siente que una ataque de risa sube por su garganta.
La mire de reojo y vi como se llevaba sus delgadas manos a la boca y empezaba a reír.
Se sintió avergonzado. El color subió por sus mejillas, y sus manos comenzaron a frotarse arduamente una con la otra. Pensé en preguntarle que era lo que le provocaba risa. Consideró que el hecho de haberle pedido acompañarla, ya había sido suficiente.


Ella reía sin poder parar. El la miraba sin poder parar.


-lo siento- susurró
El asintió con la cabeza y sonrió. Ella rió despacito. Su sonrisa torcida provoco que una risa se me escapara nuevamente de la boca. Logró detenerla.
-¿cuál es tu nombre?- mientras hacía la pregunta me apuntaba con uno de sus dedos. Dudó un momento si decirle su nombre real, barajo la posibilidad de inventarse una vida mientras transcurría la conversación. Mejor no, pensé.
-Victoria. La educación me hace devolverte la pregunta, aunque sinceramente no sé si quiero saber tu nombre o que me lo digas tú. No, no me lo digas, cuéntame de ti y luego adivinare.
Era tan extraña, pensó. Nadie nunca daría una respuesta así, a una pregunta tan fácil y tan común como, “¿cuál es tu nombre?”. Pensó en que cosa le podría contar de su vida, que le interesaría saber.
Ella esperaba en silencio, sus piernas recogidas y abrazadas por sus brazos, su cabeza apoyada en sus rodillas. Un largo cabello color miel salía de su gorro.
El la miro a los ojos
-¿De que color son tus ojos?
-era de tu vida, no el color de mis ojos
El titubeó. Pensó en una respuesta rápida que desecho rápidamente por su tono ,totalmente, acaramelado.
-Tengo 19.
Ella quería saber de que color eran los ojos de él, el sol ya se había escondido y poco y nada le alcanzaba a ver la cara. Quizás café o negros, nunca he conocido a nadie que los tenga grises.
-¿se supone que debo hablar solo de mi? O ¿debo hacerte la pregunta a ti también?, como ¿que edad tienes?.- sinceramente él no sabía esto. Ella lo miró ladeando la cabeza y deseando que las estrellas se apresuraran en salir o que la luna lo hiciera.
-Solo tú, después me tocara a mi- sonrió
-dejo de llover
-eso no es de ti, es del clima
-pero nos involucra, a ti y a mi- ella asintió con la cabeza, dándole una pequeña sonrisa, que el no alcanzó a ver.
-estudio gráfica digital- se quedo mirando hacia el mar un momento. Ella pensó que no había nada mas que contar, pero el siguió
- ¿sabes?, cuando alguien te pide que hables de tu vida, no sabes que decir, por donde partir, que decir. No te conozco y podría pensar que estas loca por tu rara manera de estar aquí, sentada en la playa. Sola. Descalza y sin paraguas. Sinceramente no se que decirte y verdaderamente me intriga el color de tus ojos.
-Yo te podría decir, amigo mio, que es mas extraño pedirle a alguien que no conoces sentarse a su lado. Esperar que esa persona sea tan normal como tú al decirte que si, que te puedes sentar. Aunque, el solo hecho de haber hecho la pregunta, te transforma en una persona que no es normal, y a mi por decir que si tampoco, por lo tanto creo que los dos somos raros
Ninguno de los dos entendió lo que se dijo ni lo que dijo. - terminaron riendo los dos.
No se si es una historia de amor. No se que tipo de historia es. Quizás, ella espera algo así, o quizás no espera nada. El por su parte espera poder conocerla o quizás solo una conquista mas. No lo tengo claro. Se que ella pensaba todavía en que color tenía los ojos él, y él quería saber el color de los suyos.
-¿ya puedes adivinar mi nombre?
-quizás... yo diría que tu nombre empieza con...- y dibujo con su dedo una gran “B” en la arena, el sonrío
-me acabo de encontrar con una adivina, aunque estoy seguro que no adivinaras mi nombre.
-Benjamín. Así te llamaría. Benjamín- sus ojos se cerraron un momento y recordó a un Benjamín de su vida. Recordé cuanto lo quise y cuanto daño nos hicimos. Cuanto deseé retroceder el tiempo y cuanto decidí no arrepentirme jamás de nada hecho.
-no, no me llamo Benjamín
-por un momento deseé que así fuera- ella realmente lo deseo, aunque era absurdo ponerle el nombre a otro hombre, de aquel hombre que quiso tanto algún raro día.
-Yo desearía que te llamaras Victoria- contesto serio. Ella lo miro de reojo y no supo si reír o pegarle un manotazo. Quizás todavía no le podía pegar el manotazo, pensó
Salio de su boca, como sale un improperio. El no sabía por que lo dijo, solo que lo dijo. Pensé en reírme de lo que dije para que ella se relajara, su cara se había tensado cuando dije que desearía que se llamara como se llama, preferí quedarme callado.
Silencio. Olas. Viento
Solo eso se escuchaba de fondo, quizás de vez en cuando la respiración de ella o la de él en un suspiro mas fuerte de lo normal.
Ella recordó cuando conoció a Benjamín. El primer beso. La pelea. Cuando se vieron esa última vez. La llamada. El funeral.
El pensaba en que color serían sus ojos.
Me sentí vacía. El me recordó tanto a Benjamín. Quiso tomar su mano, tenía la leve sensación que sería como la de él.
-¿te puedo tomar la mano?-
El silencio se rasgo con esa pregunta. Esa pregunta, casi, fuera de lugar. Me tomó por sorpresa su pregunta, fue repentina y sin sentido para mi. El dudó y no supo que contestar.
Preferí esconder mis manos en los bolsillos de mi chaqueta. Me sentí avergonzada y tonta. Miró el cielo. La luna se veía detrás de las nubes que ya se retiraban.
El viento se hacía cada vez mas fuerte. El aire cada vez mas gélido y sus cuerpos cada vez tiritaban mas.
El decidió buscar su mano en la oscuridad. Ella las hundió un poco mas en sus mojados bolsillos. Busqué alguna pregunta, alguna frase, algo de lo que pudiera hablarle.
Ella pensaba el porque del él caminando por la playa en plena lluvia.
-¿quieres mi chaqueta?, está seca. Ella contesto, levantándose y sacándose su chaqueta empapada. Él no sabía si voltear la cabeza.
Victoria se fue deshaciendo de cada pieza de ropa que le cubría su delgado cuerpo. La ropa caía con un sonido seco en la arena, casi tan húmeda como la misma que caía sobre ella.
La luna estaba al descubierto, al igual que ella. Sus rayos tocaban cada centímetro de su trigueña piel. Estiro la mano.
-¿me la das?
-sí claro
Cuando lo miré a los ojos descubrí que los tenia grises. Grises con una pequeñas manchas verdosas.
En su nariz brillaba una pequeña argolla. En su muñeca, un tatuaje de un canario.
Ella quiso preguntarle por sus ojos. Él, por su tatuaje.
Ellos no sabían que hacían. Él no entendía por que le había preguntado. Ella no lograba creer que le hubiese dicho que sí.
Todo era un caos. En la mente de cada uno había torbellinos. Cada uno con sus problemas y una puerta con un cartel de EXIT brillando arriba.
El creía que detrás de su puerta estaba ella, con una polera que decía Nueva Oportunidad.
Ella, esperaba que estuviera Benjamín.


El silencio se hizo casi eterno.


Ahora me sentí un poco mas abrigada con la chaqueta. El perfume impregnado lograba sacar el salado del mar de mi nariz. No me recordó a nada. Lo miré. El seguía sentado a mi lado.
Y de alguna absurda manera, esperé o deseé que se quedara ahí.
Se escucho tan fuerte su deseo, sus ganas.


Quede sorda.


Me sentí un poco frustrado por aún no saber el color de sus ojos. Casi como si me hubiese escuchado, me miro y la luna me entrego el color.
Fue tanto su impacto


Quede ciega.
No pude saber nada mas. Los sentía en la playa. De alguna manera seguía sintiendo el mar.
No se que sucedió. No sé si fue o no una historia de amor.
Quizás caminaron de la mano a la ciudad, o cada uno con las suyas en los bolsillos de sus chaquetas. Quizás ni siquiera caminaron juntos.
Quizás el siguió pensando en ella. Y ella en Benjamín
Tal vez. Nada sucedió.
Quizás, no fue mas que un sueño de esta triste solitaria.


miércoles, 14 de noviembre de 2012

Todos somos alcohólicos

Al final, soy como quiero ser. No pretendo engañar a la gente ni decirles que soy una dama . NO LO SOY. Digo garabatos, muchísimos por minuto, a veces se me pasa la mano, NO ME IMPORTA. A veces me pongo media buena pal webeo, ¿que tiene?. si hubiese sido un hombre, me hubiesen golpeado en la espalda y me hubiesen dicho...BUENA PERRO, pero como soy mujer, me mueven la cabeza y me dicen QUE MALA IMAGEN, ¿Y TU DIGNIDAD?. A LA CALLAMPA SUS DIGNIDADES. Si la quiero pasar bien, la pasaré bien. SE MIS LÍMITES Y JAMÁS LOS PASARÉ. Algunos se conforman con mirar desde lejos a los que  hacemos el ridículo, ¿pero sabes?, a veces en la vida hay que hacer el ridículo, se pasa bien, te libera. Y aquellos que miran desde lejos, en verdad por dentro mueren por subirse al balcón y bailar en el palo, o gritar y bailar sola, o simplemente agarrarse un weon o dos. ¿SUENA DE PUTAZA?, putaza sería acostarse con dos...LOS LÍMITES BIEN DIBUJADOS. (aunque me estoy llevando la contraria yo misma :s). ACLAREMOS, cada uno hace su imagen sí... pero?... por que el mundo siempre se queda con la parte mala?... miren lo bueno compadres y comadres... ESO es lo que hace a la gente... no cuantos weones se ha comido, o que tan borracho quedó la noche anterior... si fuera por eso... TODOS SOMOS ALCOHÓLICOS

martes, 6 de noviembre de 2012

.

 A veces pienso que lo estoy haciendo mal. 
otras tantas, pienso que lo estoy haciendo excelente, y unas pocas, muy pocas, simplemente no lo pienso.
No me creerías cuando te diga que ayer me trague seis litros de whisky, 
 o que corrí seis kilómetros a la redonda
No , no lo hice. y no me gustaría hacerlo.
Ayer me puse ropa, que me daba pánico usar.

Hoy pedí disculpas, recibí  un abrazo y una propuesta para agarrar mi trasero, la rechacé
Hoy me creí mina, y no titubeé

Hoy decidí dejar el miedo atrás.
Ese que me  paraliza, el que no me deja mover un pie delante del otro.
el que me deja sin hacer las cosas. el que, maldita sea, me  ha acompañado casi mis 22 años.

Esta es, quizás, la última vez que escriba algo así. Es  más, quizás  lo publique y no lo ponga en otro lugar. lo mas probable es que nadie lo lea. No importa es para mí, no para ti.

Esta vez.
El miedo queda atrás.



jueves, 11 de octubre de 2012

Un poquito del pasado.

Las verdades se tropiezan
Aquellas que  nunca supieron de su existencia,  se ahogan en
el mar amargo de lágrimas, caídas de ojos marchitos de tanto llorar
La piel se sella como el capullo de la oruga en el invierno
No surge, se ahoga y se seca...
No se salvaría ni aunque el mismo Dios bajara y le tendiera la mano, con sus agujeros aún
abiertos por aquellos endemoniados clavos que vieron a  través de él
Las marchitas manchas de sangre en las sabanas dicen
que aún hay gente con devoción
y aquellas sabanas manchadas de blanco ancestral, recuerdan la falsedad de la vida

Las tormentas se aseguran de caer en el lugar exacto, de lo contrario
un tsunami las podría derribar...

Y aún así la muchacha del balcón se digna a saltar
La gente corre  intentando rescatar , en un frasco de papel, el grito ahogado 
al caer...
El sonido sordo  de su cuerpo contra el cielo gris, construido con piedras , recuerda
 que la vida sigue siendo cada vez más cruel...
Recuerda en cada segundo la aterradora situación que hizo temerle al hombre, y él  
a aquellos pequeños espaciosos lugares oscuros...
El ataúd dorado que su madre le compró, fue hecho de lágrimas de delfín y odio infernal
Mientras los cielos se hacen un poco más ácidos
La tierra va cubriendo el ataúd , donde yace la muchacha
con marcas en su piel
con sufrimientos y recuerdos.

lunes, 8 de octubre de 2012

Esto es sin llorar.

Sí, soy cínica... mis amigas lo saben
Si llegase a ser una mala persona... no habría gente que me quisiera a excepción de, quizás, mis viejos.
Sí, hablo de gente que no conozco, como ellos de mí.
No me creo una santa, ni menos un ser oscuro...
No creo en el no decir las cosas, mas bien creo en decirlas aunque duelan...
Escribo para mí y por mí... por lo tanto me da igual si pongo bien o mal un tilde.
No creo en la amistad pasajera, si no en la que se construye ladrillo a ladrillo, temblor a temblor
Creo en mí y en los que amo.
No creo en los que no quiero, no los conozco.
Vivir y dejar vivir..
Me río de gente hasta llegar a ser cruel.
lloro por los demás, cuando realmente me tocan la fibra.
Soy humana y me equivoco, como entiendo que tú también lo eres.
si no me interesas.....
si me interesas, me desvivo porque todo este bien
Cuando no eres mi amigo, si triunfas, te celebro, o quizás no. Si pierdes me rió y a carcajadas, o quizás no.

Al final... una nace solo y muere solo... la clave está en vivir la vida, con las mejores compañías.
Vivir y dejar vivir...
Reír y dejar que se rían...
Esto es sin llorar!

domingo, 23 de septiembre de 2012

Cursi

Despacio, acarició el largo de su pierna desnuda, quiso arrimarse a su cuerpo
pero un leve sonrojo le apareció en las mejillas.
Quería besarle la nariz, la cara, la boca
La luz de la luna dejaba entrever el color de su largo pelo;
podía ver como sus ojos  se movían veloces bajo sus parpados cerrados.
volvió a pasar su mano por su pierna, una leve sacudida recorrió su espalda
El sonido de las olas chocando entre si, era el soundtrack perfecto para aquella ocasión.
recordó cuando la conoció.
en esa misma playa.. vacía, llovía
ella estaba descalza mirando el mar...
el sol era tragado por las olas
y él tenía un paraguas.
Le ofreció acompañarla y ella lo miró, entrecerró sus ojos verdes, escondidos por sus largas y claras pestañas
volteó de nuevo sin decir nada, y asintió mientras los últimos rayos del sol se escondían tras las olas furiosas de un día de lluvia
sonrió-
volteó la cara hacia mí, y
la luna saco un pequeño destello de la argolla que llevaba fielmente en su nariz
despacio.
despacito
dijo su nombre.
sonrió...
esta vez.. quizás, un poco cursi, sonrió con el alma.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Juntitopa'quenoseteolvide.

Podríadecirtextrañotantomilvecesydenadaserviría,mesacastedetúmentecomoseolvidaelnombredelachicadelanocheanterior.Meenviastetanlejosqueyasemeolvidoturostro,norecuerdotuvoz,nisiquieratusonrisa.Quiseabrazarteperoyanopuedomirarte.Tesientotanlejosyestástanlejos,escasicomosifaltaralgo,¿meodias?¿aúnmequieres?¿mepodríasvolverameterentuvida?quizásno,estabien,cadaunotomalasdecisionesmascorrectasparasuvida.Hoytomoladesicióndedejarte,dejarteatrás,nodeolvidarte,nolopodríahaceraunquequisiera.sinoderespetartudecisión.Mesientotanlivianaporaceptaresto,aunquehayanpasadomesesdesdelaúltimavezquetevi,teentiendoperonotecomprendo,malditosclichéssiemprematantodo.aúntequieroyquizás,tequerréporsiempre.Hoytedejeomarchardemiladodefinitivamente,fuistealgomaravillosoqueacabó.Ojaláseasalgoasíenlavidadealguienmás.textrañotantoquehoyteolvido.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

HOY

Quisiera volver a los 2
para poder ver la cara de mi abuelo,
 solo lo recuerdo por fotos,
sentir su olor y guardar una caricia en el corazón

Quizás tener 8 
para vivir TODO eso... de manera diferente
Sin guardarlo
sin bloquearlo
haberlo hecho parte antes y con menos dolor

a veces siento que volví a tener 13
a mirar escondida o de reojo por el patio
buscando...
LO SÉ
 estoy vieja para andar indicando con el dedo
.
A veces me siento de 15
quizás...tengo cara de 15
me dan ganas de volver  a vivirlos... no cambiaría nada
todo me ha llevado a ser lo que soy hoy

quisiera tener 18
de nuevo
para volver a vivir mi primer año de universidad.
no fue el mejor...
pero nadie dice que la pase mal


hoy tengo 21
y la verdad...
lo estoy disfrutando...
soy quien soy por mis heridas, 
por mi cicatrices
por mi llantos...
pero por sobre todo...
por lo momentos de carcajadas...
los momentos en que el viento azotó  tanto mi cuerpo como mi alma
por la veces que mis amigas me dijeron   tranquila 
o por la veces que algunos pocos me dijeron te quiero al  oído
SOY
por mi vieja, por mi viejo
por mis hermanos y hasta por mis perros y gatos.

soy plena, soy feliz.











domingo, 2 de septiembre de 2012

Unas lucecitas tras mis parpados

Las luces parpadeantes lograban atravesar mis parpados cerrados. La música se metía no solo por mis oídos, sino que por cada poro de mi piel; sentía una gota de sudor bajando por mi espalda libre,  la polera que llevaba esa noche  me daba esa  posibilidad.
Estaba cansada, mis pies enfundados en unos zapatos de tacón fueron, quizás, una mala opción.
 Me sentí  libre, como hace mucho que no me sentía... quería bailar, solo eso... bailar.
me sentí linda
 me sentí feliz
Baile sola mucho rato, sentía las risas a mi alrededor, empujones en mi espalda o en uno de mis hombros.
yo seguía en eso...bailando...
 la música cambiaba de género, de ritmos, de velocidad, de intensidad
 mis brazos subían y bajaban, mis ojos cerrados no querían ver nada, o a nadie, que los distrajera de  la crucifixión que llevaban en ese momento.

Sentía como, con cada gota de sudor, se extinguía cada pena, cada rabia y cada mal momento pasado,
 estaba libre.
 De cuando en cuando me llevaba a la boca la botella de corona, y daba un largo sorbo.
La cerveza helada  bajaba hasta mi estómago, sentía como se metía en mi sangre y  me subía  a la cabeza
 Quise reír, reír como nunca antes, pero no lo hice
decidí guardarla y poder dosificarla para los días de pena, para tener siempre un poquito de esa sensación de éxtasis en mi piel.


martes, 21 de agosto de 2012

Un último murmullo

Me acerqué despacito...
la luz de la luna iluminaba su espalda desnuda
ella trenzaba su pelo mientras tarareaba una canción,
 despacito...
 podía ver el reflejo de sus facciones perfectas en el vidrio,
su delgada figura acompañada de unos pechos firmes,
sus labio rojos se movían al compás de la canción que murmuraba
Mire la habitación.
sus tres paredes de vidrio, una cama de sabanas blancas en el medio. 
Mi chica en el centro.
memorice sus movimientos, sus dedos ágiles como araña tejedora
sus labios lentos y veloces.
Unas mil y una estrellas confundidas con las estrellas ficticias de la ciudad, 
ella parecía casi un cuadro de...
no sé
creo que nadie a pintado algo así jamas.
aguante la respiración, no sé cuanto tiempo,
pero mi cabeza comenzó a dar mil vueltas al revés
 me apoye en el marco de la puerta.
Ella hacía y deshacía la trenza en su largo pelo chocolate
cada vez que partía una nueva, la canción murmurada cambiaba.
Jugué a adivinar el nombre de cada una,
quizás
alguna acerté 
la luna fue cambiando su posición despacito
ella de a poco se fue acurrucando entre sabanas de lino y almohadas de plumas
jamás dejo de tararear ni de trenzar 
yo 
inmóvil
no podía quitar la vista de ahí.

Un último murumullo
me hizo brincar y querer correr a su lado,
en cambio
me acerque despacito
y la abrace esperando que el matiz oscuro del cielo fuera
cada vez
 un poco mas claro.

Un último murmullo



...




jueves, 9 de agosto de 2012

martes, 7 de agosto de 2012

Azul Rey

Su pelo castaño oscuro estaba enmarañado, pegoteado.
 Un charco rodeaba su cabeza, en forma de halo.
 En su mano izquierda  llevaba un  anillo
un diamante de un quilate 
El vestido azul rey, pegado a su cuerpo, parecía una segunda piel.
Su mano derecha estaba en una extraña posición, al igual que su pies,
cada uno enfundado en un zapato de cuero negro, los tacones eran de unos 15 centímetros.
Sus ojos miraban perdidos el techo infinito
su boca entreabierta, quería decir algo...
el color rojo brillaba un poco con la luz de la luna que se colaba por la ventana


En una esquina de la habitación, ahí donde la luna no bañaba nada, ahí donde un susurro, bajo y permanente, ahogaba  el grito de una garganta sin fuerza, ahí,
ahí estaba él, con sus manos bañadas en el halo de la chica

lunes, 2 de julio de 2012

Seis metros bajo tierra y cuatro sobre el cielo

Muchas veces quise, y lo hice. Otras tantas me escondí y corrí kilómetros psicológicos arrancando de la verdad que pesadamente me pisaba los talones.
Unas cuantas me encerré en un baño con una botella de ron, whisky, si es que había... y un par, varios, de pastillas a simplemente olvidar. 
Porque, Por que (aún no aprendo cuál y estudio Literatura...CUECK!) ingenuamente creía que olvidar era lo mas sano que podía existir en la faz de la tierra.
De a poco aprendí que el olvidar jamas ayuda .
La meta no es olvidar, la meta es  hacer parte y aceptar.
Aceptar que quizás lo que paso, paso por una razón , que las palabras que se dijeron se dijeron por esta otra razón y que hiciste lo que hiciste por esta aquella razón.
Hacerse cargo de los errores, aceptarlos.
Perdonar, para perdonarse.
Cometí errores en mi vida, lo acepto.
Hice daño y me hicieron daño.
Sufrí e hice sufrir.
Perdone para perdonarme.
Si  no lo hubiese hecho, la locura y el olor a podrido estarían en mi reino, como en el reino de Hamlet.
Muchas veces agarre mis miedos mas profundos y los escondí
 seis pies bajo tierra, 
y espere que  los momentos mas bellos fueran
cuatro sobre el cielo.
El punto es que los enterré cuando aún no los había hecho parte de mi
cuando aún no  los aceptaba.
Pasaron  días,  semanas, meses y años.
Tuve que correr miles de kilómetros psicológicos, 
tuve que tomarme hasta el agua del florero 
 y recién en ese momento,
tirada en el piso, 
con los ojos hinchados y con heridas en mi cabeza, de tanto rascarme.
 Acepté lo que había sucedido.
Perdoné
Me perdoné
y me acepté.
Pude enterrar mis miedos seis pies bajo tierra,
aceptándolos y esperando que de aquí en adelante todo sea
cuatro sobre el cielo.

martes, 26 de junio de 2012

Te odio tanto


La presión del pecho va en aumento, y el llanto se acumula en mis ojos y en mi garganta. El sollozo quiere salir con fuerza; y golpeo la ventana con el puño congelado, me duele más de lo normal. Casi no veo las letras del teclado, porque las lágrimas hacen una cortina blanquecina. Estoy segura que en este momento me veo tan débil como me vi aquella vez. Escribo por que mis dedos se saben de memoria el camino que deben recorrer para encontrar las letras que deben apretar para formar las palabras que quiero decir.
Mi mano se congela mientras la otra no. Se me caen los mocos y se mezclan con mis lagrimas, y ya no se cual es cual. Tengo ganas de gritar, pero no puedo porque se supone que estoy estudiando gramática.
Me dan ganas de decir TE ODIO
 que se escuche en el inframundo y en el espacio exterior..
no quiero que seas mas... pero ya te hecho de menos...
los sollozos se aprietan en mi pecho, y lloro callada como cuando era pequeña, solo que no estoy escondida, estoy sentada frente a mi escritorio como una niña de 5 y escribiendo como una de 21.

a veces te odio tanto...a veces te amo tanto...

Pfffff

El querer a  alguien me hace humana, el llorar, el reír.
Cuando era mas chica no lo quería asumir, el querer a alguien es sinónimo de sufrimiento la mayoría de la veces.
Es verdad al principio todo es muy lindo pero lo que viene luego de una quiebre o una despedida es ASQUEROSO, si, con mayúscula.
El sentimiento del pecho vació o al mismo tiempo el de sentir una tonelada que no te permite respirar.
Cada beso en  la mejilla que luego te entrega, es una maldición que muy bien podríamos comparar con la maldición de no se. no se me ocurre nada la verdad

Estoy escribiendo por escribir... tengo ganas de hacerlo pero no se muy bien de que.

quizás solo seguir lo que mis dedos aprietan, cada letra que surge de una mente un  poco mareada. no se como explicar algunas cosas, o no encuentro palabras para explicar muchas otras que no están en un lenguaje... no se cual es la palabra.

El ser mujer me permite muchas cosas. son demasiadas para enumerarlas en algo como esto no lo se.
creó que en esto momento no se nada, me siento un poco confundida.. y aún.... mareada.

mi cabeza va a explotar en cualquier momento.. al final creo que escribo pura mierda.. no lo se...
 quizás cuando relea todo este "punteo" de ideas pueda escribir algo mas coherente.
Estoy perdida.. pero con un punto fijo de destino.
Quizás me de muchas vueltas antes de llegar a ese punto pero la verdad no me importa  tanto el como si no el llegar. El como es lo que te forja. es lo que te  da vida y enseñanzas en una vida caóticamente hermosa, lo siento huggies, es lo que te permite ser fuerte. ser como eres. crecer.
el destino esta ahí cada uno ve o se demora lo que tiene que demorar en llegar ahí.. insisto lo genial es el como llegar ahí.

Mi cabeza explota en veintemilmilloneshfxhxhgxhgxhxhg de minúsculos pedacitos. Tengo un globo bajo el craneoque crece y crece...

 no se nada ... hoy no se NADA

jueves, 14 de junio de 2012

Pelo Canoso

Al llegar a vieja espero que mi columna no ceda, espero tener unos ojos brillosos de sabiduría y vida gozada plenamente. Al llegar a vieja espero que mi pelo se vuelva canoso, tan canoso como el de mi viejo. Espero tener manos arrugadas y gastadas, espero haberlas utilizado en todo ámbito de cosas, espero que sean rugosas y llenas de manchas,de años tras años llenándome de nuevas enseñanzas Al llegar a vieja, espero que sea contigo a mi lado, aunque aún no te conozco, que caminemos juntos apoyados, en el brazo del otro, riéndonos de los recuerdos mas bellos y recordando con nostalgia los mas tristes, saber que pasamos por mucho, pero siempre, juntos. Al llegar a vieja espero sonreír siempre, aunque me canse subir tres peldaños,o ya no pueda bailar y cantar como llena mi alma Espero tener un biblioteca llena de libros,algunos, espero, lleven mi nombre grabado en la portada. Al llegar a vieja, ser una vieja feliz, llena de recuerdos, no olvidar quien fui alguna vez, no avergonzarme de mis errores, y poder enseñar un poco a los que me siguen. Hoy, a pesar de todo, quiero llegar a vieja.

martes, 12 de junio de 2012

En la panza del Hyunda

Radioactividad. Aquella palabra que nos hace pensar en historias como la del Hombre araña, saltando de edificio en edificio, luchando con los malvados villanos; o en Hulk, el hombre verde y furioso, que usa pantalones a su medida. Pero esta historia no va de eso, no habrá ningún hombre verde, ni uno con un ajustado traje saltando de edificio en edificio; ni siquiera habrá algo de acción, es mas bien una historia fome. Solo habrá unos cuantos, muchos, hombres con ojos rasgados, temiéndole a unos cuantos autos, una maquina chirriante y creo que dos otros hombres, quizás tres. Ah! Y un barco. Una barco, muchos autos. El Hyunda 106. El capitán del barco. Corría de un lado al otro de la nave con una radio chirriante en su mano, gritaba unas cuantas palabras en un idioma que nadie de los que estaban en la costa entenderían. Una gota de sudor caía por su cara. Su cara estaba roja. 1022 automóviles nuevos. Radioactividad. Varios, muchos, hombres con los ojos rasgados, con grandes mangueras lavando los automóviles. Esponjas verdes con espuma que no paraba de reproducirse. Hombres temerosos con guantes amarillos, intentaban lavar la radioactividad detectada en cada uno de los cuatro ruedas. El capitán, sigue corriendo, gritando aquellas palabras. El agua corre hacia unas canaletas. El agua llega a la panza del Hyunda, es guardada en grandes barriles. Otro hombre. El otro hombre con una maquina en la mano. La maquina tiene un pitido intermitente, cada vez que la acercan a un automóvil, el pitido se hace constante. El otro hombre apunta con el dedo al cuatro ruedas, con el pitido constante, y grita un par de palabras, otros hombres de ojos rasgados contestan con palabras deformes, el grito se pierde entre las olas agresoras del barco. El capitán. Ahora, habla en un idioma con mas forma, se entiende algo así como “no, no autos aquí. San Antonio”, una voz indefinida le contesta, el asiente. Los hombres de los guantes amarillos, se van cambiando de automóvil, limpian uno, y se van a bañar al otro, y así sucesivamente. El sol color guante, quema la piel de los hombres con los ojos rasgados. Las gotas enormes caen a través de sus menudos cuerpos. Inundan sus ojos lineales. Otro hombre, aparte del ya nombrado otro hombre. Otro hombre sentado en la panza del Hyunda. Lagrimas cayendo por su cara. Ojos rasgados cerrados. Una línea. Otra maquina de pitidos intermitentes. La maquina solo hace pitido constante. Un recuerdo. Un movimiento, una ola, una planta nuclear. El otro hombre llora. El no tiene guantes amarillos, ni esponja verde. El no tiene radio chirriante, ni produce palabras deformes. El tiene una pistola y jala el gatillo.

lunes, 11 de junio de 2012

Quizás...

Anoche soñé que no te conocía, te veía a  lo lejos, tú sonreías, claro , no me conocías.
Al verte pensaba como sería tu voz, tu forma de hablar. Quería acercarme para conocer tu olor. Tu risa.

Sentí un peso en el pecho, me desespere al pensar que no te conocería  jamás.

Te miraba desde mi rincón, esperando  una mirada perdida hacia donde estaba.
Quería ver esos ojos que no conocía, y que me hacen tan tuya.
Anoche soñé que no te conocía y me desespere.

¿Recuerdas aquella vez que nos sentamos en el muelle a ver los patos pasar?
Hace tiempo que no se de ti, que no escucho tu voz.
Tu cara se me olvida de a poco.

Recuerdo que fue ahí donde te dije te quiero, pero también fue ahí donde te dije
"amo a mi padre y el no te quiere, no te puedo querer como te quiero"

Para hacerte reír te dije
" soy una perra maraca que marca lo que cree suyo cuando quiere"
sonreíste, pero la sonrisa no llego a tus ojos.
Esos ojos que me atacan, que me envuelven calidamente.

Anoche soñé que no te conocía
Desde mi rincón intentaba descubrir tu boca
Se me esta olvidando como besas

Mirar tus manos, me imaginaba entre tu manos, ya se me olvido como tomas mi cintura.

Anoche soñé que no te conocía.
Quizás...
esa siempre fue la solución-

viernes, 8 de junio de 2012

Me urge escribir

Quiero escribir. Deseo escribir. Me urge escribir. Hoy lo intente (escribir), solo salieron de mi mente unas cuanta frases inconexas que de nada servían, ni siquiera para un microcuento. Tengo la necesidad de escribir, de sacar todo lo que está en mi mente, lo que odio en este momento, lo que quiero, a quien quiero ( si es que a estas alturas, puedo querer a alguien), quizás escribir sobre mi día, ¡¡¡ALGO!!!, sobre algo; pero nada sale de mis manos que aprietan firmemente el lápiz, de mis dedos suspendidos sobre el teclado, ni del tecleo de mi maquina de escribir. Tengo hace mas de un año una laguna, o puente quebrado, en mi mente que no me permite escribir nada coherente ni conexo. Es tal mi impotencia, que cada vez que me siento ante mi hoja, pc o maquina, después de varios minutos, comienza un leve dolor de cabeza, y que luego de muchísimos minutos, se transforma en un fuerte dolor de cabeza. Me dan ganas de gritar, de llorar y te tirar al suelo mi elemento de escritura.

jueves, 31 de mayo de 2012

¡Levanta la mirada!
Sacudió su bracito; él, frunció su pequeño ceño,una pequeña lagrima le resbalo por la mejilla
mi mano se estiro para apártala, se detuvo en el camino.
Guarde mi mano en el bolsillo de la chaqueta,  apreté el puño.
¡Levanta la mirada!
Él no tenía la culpa. Ningún niño tiene la culpa.
Ella no hacía nada, miraba como pasaba el paisaje impresionista. Ella reía
Él cerraba sus pequeños puños, Él lloraba en silencio.
"Demasiado pequeño para sufrir", pensé
Quise tomarlo. Quise abrazarlo.Me retuve.
Él no tiene la culpa, Los niños jamás tienen la culpa.

"Del sufrimiento han surgido las almas más fuertes. Los carácteres más sólidos están plagados de cicatrices"
Khalil Gibran.