La presión del pecho va en aumento, y
el llanto se acumula en mis ojos y en mi garganta. El sollozo quiere
salir con fuerza; y golpeo la ventana con el puño congelado, me duele
más de lo normal. Casi no veo las letras del teclado, porque las
lágrimas hacen una cortina blanquecina. Estoy segura que en este
momento me veo tan débil como me vi aquella vez. Escribo por que mis
dedos se saben de memoria el camino que deben recorrer para encontrar
las letras que deben apretar para formar las palabras que quiero
decir.
Mi mano se congela mientras la otra
no. Se me caen los mocos y se mezclan con mis lagrimas, y ya no se
cual es cual. Tengo ganas de gritar, pero
no puedo porque se supone que estoy estudiando gramática.
Me dan ganas de decir TE ODIO
que se escuche en el inframundo y en el espacio exterior..
que se escuche en el inframundo y en el espacio exterior..
no quiero que seas mas... pero ya te hecho de menos...
los sollozos se aprietan en mi pecho, y
lloro callada como cuando era pequeña, solo que no estoy escondida,
estoy sentada frente a mi escritorio como una niña de 5 y
escribiendo como una de 21.
a veces te odio tanto...a veces te
amo tanto...